Debido a la amplia gama de seguros que existen y a la basta cantidad de riesgos que se pueden asegurar, a veces, se pueden cometer errores a la hora de suscribir las pólizas , y que éstos afecten posteriormente a las posibles indemnizaciones en caso de que se produzcan siniestros. En la mayoría de los casos en que las compañías no se hacen cargo de cubrir el siniestro completamente, se aplican alguna de las reglas que se establecen en la ley del seguro. Estas se llaman:
- Regla de proporcionalidad: Se aplica en funcion de los capitales contratados, cuando estos son insuficientes por infraseguro (valor del capital asegurado inferior a valor de reposición a nuevo). La indemnización por tanto será proporcional al capital contratado *ver ejemplo
- Regla de equidad: Se aplica en función de la prima pagada. La indemnización se verá reducida en la misma proporción a la diferencia entre la prima pagada y la que hubiese correspondido al riesgo real. *ver ejemplo
Lo mejor para que quede claro cuándo y cómo se aplican estas reglas es verlo en ejemplos. Veamos:
Regla proporcional: imaginemos un riesgo que se asegura por 10.000€ cuando en realidad su valor real es de 20.000€ (hay infraseguro del 50%) . En caso de haber un siniestro de 10.000€, la compañía indemnizaría proporcionalmente al porcentaje de infraseguro ocurrido, por tanto como hay un 50% de infraseguro, la indemnización será de 5.000€
Regla de equidad: imaginemos un riesgo en el que la prima son 500€ cuando en realidad ese riesgo debería tener una prima de 1.000€. En este caso se pagará la indemnización equitativamente al porcentaje de la diferencia entre las primas. En este caso el 50%.
A la inversa de estas reglas existe lo que se llama supraseguro, o lo que es lo mismo, asegurar un bien por encima del valor real. En este caso la indemnización nunca será mayor al valor real del bien asegurado, pues aunque en la póliza figuren capitales superiores, la ley del seguro establece que sólo se indemnizará a valor real, dado que de lo contrario podría darse la pillería de asegurar algo por encima de su valor para luego cobrar la indemnización y lucrarse con ella.
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